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  Teniendo en cuenta la evidencia presentada en la nota principal de esta investigación, era de esperar que Mercedes Benz (MB) central  no obtuviera, en repetidos casos, un pago monetario a cambio de aquellos productos que ingresaban al país peronista. En una carta escrita por un funcionario de la Sociedad Financiera Alemana, encargada de verificar los libros económicos y balances de diferentes empresas germanas, se le notificó a Daimler Benz que Mercedes Benz Argentina debía más de 340 millones de pesos a la casa central, en Alemania. En la correspondencia también se especifica que  más de 23 millones de pesos que a MB central le correspondía como ganancia, no fueron entregados desde Buenos Aires (ver carta 1).

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Carta 1 (traducida al español): deudas a MB central

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   Según lo que se afirmó en esta notificación, los montos de deuda eran extremos, y nunca se registró algún conflicto o mala relación entre los directivos de MB alemanes y argentinos. Ninguna industria renombrada dejaría que una de sus sucursales le deba tales sumas de dinero, por eso, lo más probable hubiera sido que la casa matriz terminara disolviendo dicha filial, lo cual no sucedió en este caso. Pareciera que el monto endeudado por Mercedes Benz Argentina fuera parte de una estrategia, evidentemente desconocida por la Sociedad Financiera Alemana. 

   El documento en cuestión demuestra que el líder de  esta gran empresa germana creó MB Argentina para ingresar bienes y dinero al Estado peronista, sin la necesidad o urgencia de recibir un pago a cambio. A pesar de que varias importaciones automovilísticas llegadas al país fueron producto de un intercambio comercial, en muchas otras operaciones el flujo de capitales se hizo notar. Esta carta sería una evidencia, un ejemplo de aquellas estrategias enfocadas  en el ingreso ilegal de dinero a la Argentina.

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INFORMACIÓN OCULTA

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   Desde los años ´50, no hubo manera de justificar el manejo ilícito en Benz, por lo cual se escondieron pruebas y documentos. Luego de que la Fiscalía Nacional de Recuperación Patrimonial pidiera al Ministerio de Relaciones Exteriores alemán que le brindara documentación probatoria de la legalidad de sus negocios, el organismo recibió una respuesta no acorde a lo solicitado. En una carta  enviada por un funcionario de la fiscalía al ministro alemán (ver carta 2) se afirma: “dicha información [recibida] no responde a las necesidades de las investigaciones actualmente en curso en este organismo”, por lo que en otra parte de la correspondencia dice: “me dirijo al señor Ministro para expresarle la necesidad de que la documentación que se solicita se ajuste a lo requerido”. Evidentemente, la casa matriz de Benz pretendía ocultar datos específicos, que acaso podrían perjudicar el nombre y prestigio de la industria alemana. 

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